Nuestras manos son antenas, están configuradas como un fractal del cuerpo y reproducen, a una escala menor, su arquitectura energética.
A medida que realizaba estos dibujos se activaron mis propias manos y quedaron habilitadas para actuar en otros planos dimensionales. Hay que leerlos como si fueran diagramas que revelan en nuestras manos se encuentra una particular disposición de los chacras que conocemos. Situados a lo largo de la columna vertebral y ascendiendo verticalmente desde el hueso sacro hasta la coronilla, cada chacra u ojo energético emite su particular frecuencia de color hacia la superficie de la burbuja etérica o toroide, hasta completar los 7 rayos que componen el Arco Iris. No obstante, en la geografía de la mano estos chacras se despliegan de forma radial, como si cada mano fuera una rama que nace de un tronco central.
Después fui comprendiendo el efecto espejo, tenemos dos manos y cada una cumple una función, trabajan en coordinación. La mano izquierda es el negativo de la mano derecha, se ocupa de recibir, de restaurar el blue-print, la rejilla de anti-materia donde la mano derecha proyecta y ancla la luz o información genética. Mientras la izquierda conecta con la malla etérica alrededor de nuestro plaenta, la derecha, activa y masculina, maneja los filamentos y opera en el tejido lumínico de la persona o cosa en la que se enfoca.
Finalmente, disponemos de un último fractal ubicado en la yema de cada dedo dispuesto a entroncar o conectar con un tramo concreto del espectro total de la luz. Cada dedo, y también cada espacio existente entre ellos, trabaja un concepto, un color, un maestro, y los 10 dedos despiertos y armonizados suman la transparencia cristal que asumirá nuestro campo aural al sanar, permitiéndonos el acceso al campo co-creacional, convirtiéndonos en seres inter-dimensionales capaces de conectar el mundo espiritual con el material.
las manos tejen semillas en nuestra red áurica…
Con las manos y sus llaves podemos abrir las puertas de las numerosas estancias superpuestas donde se encuentran escritas las composiciones y melodías que nos dan vida. Cuando nuestras manos aprenden a vibrar tocando la gran lira, y se conectan a nuestra fuente de energía más elevada y fina, son capaces de penetrar los compartimentos estancos donde se ubican y estratifican las condiciones psico-físicas que afectan al ritmo expansivo de la existencia vivida… (Cuaderno de María Magdalena, 2016)
la palma de tu mano es como una flor que se abre y se cierra cuando se conecta o desconecta de una octava superior…
La mano es arquitectura viva (…) cuando la mano canaliza el movimiento que realiza no lo decide la misma persona, sino que la mano parece actuar por sí misma. Es nuestra decisión responder a la llamada que las activa automáticamente ante una percepción de desarmonía o ante una petición, una agonía… Cuando nos damos permiso y nos dejamos llevar por las corrientes de vida, entonces las manos trabajan en profunda conexión con los rayos de color, convertidas en antenas receptoras y emisoras de frecuencias lumínicas…
Cuando la mano está cumpliendo su función elevada en una octava más alta, tenemos la sensación que se agiliza, y de hecho se agranda, sus dedos se prolongan como varitas mágicas y se tornan de color… (Cuaderno de María Magdalena, 2016)
cada partícula viva es y funciona como una semilla, tiene un resorte por donde se abre y se cierra a la corriente de vida…
La mano es un fractal del cuerpo en su totalidad de vidas. Las manos de los otros pueden ser leídas, pues en cada una de ellas encontramos, resumidas, toda las informaciones de su persona…
…son una de las herramientas evolutivas más precisas que los humanos hayamos desarrollado para poder intervenir en el curso de la vida, por activa y por pasiva. (Cuaderno de María Magdalena, 2016)
en tu interior dispones de una partícula, es una semilla que prefigura la flor de la vida, tu realidad divina…
La mano derecha se armoniza siempre con la mano izquierda de la que es espejo, una es pasiva y la otra, activa. Mientras la derecha realiza su trabajo como un médico operaría a su paciente, la izquierda es la que preconiza, accede a los campos incoscientes de la persona o espacio donde se está operando. Ésta es la que recoge la sustancia virgen que dormita bajo la piel de toda semilla, una energía plateada, cargada de formas abstractas, de lunas cóncavas, y de un largo etcétera de ordenes que la antimateria crea, a modo de tramas que posteriormente acogerán vida y materia… (Cuaderno de María Magdalena, 2016)
todo movimiento es el encuentro de un balance un momento y el siguiente…
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