LA NUEVA TIERRA #3, la conmoción

 

Limpieza de memorias y reconfiguración del ADN

Atravesamos una profunda crisis pisco-emocional para permitir que los estratos más profundos de nuestra consciencia, o sea, nuestra materia se vuelva más etérea. Viajamos hacia aquellos momentos en que nuestra voz interna fue manipulada o suprimida para encajar en un sistema, un viaje interior que nos lleva a la raíz de aquellas programaciones heredadas que distorsionan o niegan nuestra esencia, nos impiden experimentar la coherencia y el sentido de pertenencia.

La Nueva Tierra, III (Tintas acrílicas, lápices de color, rotulador blanco s. papel acuarela 70 x 99,50 cm)

La esfera terrestre se ha convertido en una célula sanguínea, es su fractal y nos muestra aquellas memorias irresueltas en su ADN y que al salir a plena luz generan una polarización extrema: los graves conflictos que nos dan la oportunidad de despertar, el dolor es el motor para nuestra transformación y sanación, nos empuja a encontrar nuevas formas de re-codificar nuestra memoria.

Estamos ante un mandala energético del ser humano, la información aparece dispuesta alrededor del núcleo siguiendo una pauta conocida por muchas culturas ancestrales. Toda energía crea vida gracias a que se polariza y esta primera división genera una polaridad masculina situada en la zona superior derecha y su complementaria o femenina en el lado opuesto. Esta configuración sufre una segunda división en forma de cruz determinando cuatro áreas asociadas a las conciencias elementales: al Norte tenemos el Aire, al Este el Fuego, al Sur el Agua y al Oeste la Tierra. Estas claves nos ayudan a interpretar los datos dibujados.

 

La Tierra es una esfera, un sistema organizado espacialmente, o sea, un mandala. Nuestro cuerpo energético es también esférico, es un fractal del cuerpo terrestre. En cada dimensión se produce una división y especialización del cometido de la energia o consciencia. Estamos antes la divisón en 2 y posteriormente en 4, siguiendo las direcciones cardinales.
EL FUEGO (Este)

En su polaridad negativa su poder es destructivo. Gran transmutador del inconsciente colectivo, en realidad el espíritu del fuego repara el sentido del bien común: la reunión periódica en comunidad crea sentimiento de hogar, permite gestionar y asimilar lo ocurrido durante el tiempo de productividad. Cuán malentendido es hoy el rito, el ritmo, el tiempo de ensoñación ha desaparecido… El crepitar del fuego es el sonido del sistema digestivo, nuestro Fuego interno se altera cuando hay demasiado material no digerido.

Numerosas formas humanoides son expulsadas del interior de la célula, son las muertes no honradas o despedidas de tantos seres por inanición, por las sucesivas guerras fraticidas, enfermedades o catástrofes naturales.

 

El filamento rosado coronado por un corazón que sobresale de la membrana celular nos recuerda el flagelo bacteriano que sirve para impulsar la célula procariota rotando como una hélice. El tránsito de esas numerosas almas despierta el poder del Rayo Rosado, la vibración más sutil del amor: la compasión. Por otro lado, el mesosoma se asemeja a la espiral en rojo que aparece la parte superior izquierda de mi dibujo). Se lo define como cada uno de los replegamientos internos de la membrana citoplasmática de las bacterias, en los que se realizan diversos procesos, como la fotosíntesis y la respiración.

(Detalle). Minúsculas partículas en forma humanoide son expulsadas y literalmente quemadas. Son las muertes no despedidas de millones de seres por inanición, por las sucesivas guerras, enfermedades, acciones humanas o catástrofes naturales. La transición se acelera, con las muertes actuales se reciclan aceleradamente informaciones pasadas u obsoletas.
(Detalle)  Almas en transición que por diversidad de motivos andan perdidas, atraídas por la llama encendida algunas logran salir de la atracción que supone la reencarnación. Si buscáis bien veréis la forma que toma el covid-19 (esquina superior derecha)
LA TIERRA (Oeste)

La sangre se hereda por vía matrilineal. La figura votiva de una diosa ancestral aparece en conexión con un vaso sanguíneo que se ramifica y forma los vasos capilares de un hígado. Se asemeja a la huella de un cuadrúpedo y nos remite al instinto de protección y sustento del clan. La ausencia de reconocimiento y respeto por el principio femenino, el abuso de lo que denominamos recursos, la toxicidad ambiental… sobrecargan la función hepática.

Capacitado para purificar y sostener nuestra energía, el hígado simboliza nuestro poder personal y el rol que adoptamos en una relación, nos permite asumir una jerarquía y es afectado por las situaciones de dominio o sumisión, de posesión y reparto de bienes y poderes. Gran gestor de vida, poliniza la sangre y la recicla, pues es nuestro estabilizador emocional que cuando se desequilibra nos genera ira o nos paraliza.

(Detalle del lado superior izquierdo). Esta diminuta figura femenina, votiva, ancestral, aparece en conexión con un vaso sanguíneo que se ramifica y desemboca en los vasos capilares de un hígado. Parece la huella de un cuadrúpedo y nos remite al origen de la comunidad humana reunida en cuevas, cazadora y recolectora. La fase en que se forma sociedad y se transmuta el poder de los animales de caza y se los venera, y más allá de la supervivencia, se despierta la función protectora de la especie y se gesta el arquetipo de la madre benefactora, la paridera.
(Detalle del lado izquierdo). El hígado. Carencias y apetencias dañan a este órgano fundamental, el peso de la vida se siente ahí donde la vida aterriza. Parece un árbol y de hecho lo es, pues viabiliza la sangre adquirida, nuestra genética, y la purifica, digamos que rentabiliza las habilidades o programas adquiridos en nuestros genes desde lo ancestral adaptándolos a las necesidades actuales. La comida, la pureza de sus nutrientes, afecta a la correcta metabolización de los azúcares esenciales para el ímpetu de vivir. El poder personal se canaliza a través de este órgano y también gestiona la emoción. La ira, tanto si es reprimida como si es soltada, esconde una pena antigua: la de haber relegado o domesticado mal la energía femenina del ser en nuestro entorno social.
EL AGUA (Sur)

La concepción ocurre en el interior acuoso de la Tierra. Aquí se nos revela la existencia de aquellos inputs olvidados, negados, que se entierran. Ancestros, reductos tribales, verdades que se silencian. La especulación, vidas no bienvenidas, alteraciones de la genética. Semillas de rebeldía, formas de vida y asociación reprimidas o malentendidas, vidas perdidas, formas no reconocidas que nos hubieran permitido evolucionar.

Esos fetos en forma de riñón son almas que estaban en camino de nacer. El riñón filtra el agua y la potabiliza, así canaliza nuestra germinación. Es el proveedor de la energía de base, nos da el impulso de vida o muerte y ante el miedo o la perversión el riñón despierta la valentía de reconocerse parte de un error, por ello es el activador de la fuerza del perdón.

La concepción ocurre en la oscuridad acuosa de la Tierra. Inputs olvidados, negados, que se entierran. Ancestros, reductos tribales, verdades que se encierran. La especulación, vidas no bienvenidas, alteraciones de la genética hechas a propósito de una mayor y más segura producción. Semillas concebidas en extinción, formas de vida y asociación reprimidas, malentendidas, vidas perdidas por suponer una rebelión, formas no reconocidas que permitirían la evolución. También se pueden ver como almas no redimidas que estaban en camino de nacer.

La violencia, la imposición, el abuso de poder, las ganas de joder, el principio oscuro de la energía masculina hace aparición.

(Detalle de la parte inferio). Fetos en forma de riñón. El riñón es el activador de la fuerza del perdón, es la energía de base, es el talón. Fuente de miedo o perversión, el riñón es la valentía  de reconocerse parte de un error, filtra el agua y la potabiliza, así canaliza nuestra germinación.
(Detalle de la parte derecha).  La parte izquierda de la imagen corresponde a la energía femenina, la derecha le corresponde a la masculina, así es como se deposita y vive la energía en nuestro cuerpo.
EL AIRE (Norte)

El elemento que articula el pensamiento y su expresión sufre una grave contaminación que afecta nuestras formas y normas de comunicación. Más que una confusión es una guerra solapada en los medios informativos y el uso de la tecnología para la falsificación, afecta a los canales de gestación de las leyes, la ficción se torna manipulación e irrumpe en nuestra genuina capacidad de imaginar y de formarnos un juicio sobre una situación. El aire y la vegetación, el pulmón está sufriendo una grave intromisión debido a la contaminación viral, eléctrica y de partículas en suspensión.

(Detalle de la parte superior derecha). Una presencia oscura impacta en el núcleo de nuestra célula, en el área masculina relacionada con el elemento aire. Si dividiéramos el cuerpo o célula en cuatro partes siguiendo las manecillas del reloj, comprobamos que la parte inferior derecha pertenece al elemento Fuego, la parte izquierda inferior al elemento Agua, y la parte superior izquierda al elemento Tierra.
(Detalle de la parte superior). El aire y la vegetación, el pulmón está sufriendo una grave intromisión debido a la contaminación vitral, eléctrica, de partículas en suspensión.

Atrayendo un patrón de sanación : el rayo Turquesa

La forma geométrica que aparece en el núcleo apareció del finalizar el dibujo. Es un patrón lumínico que ayuda a procesar el cambio mediante la geometría sanadora del hexágono, fruto de la unión del rayo Azul, el Verde y el Amarillo* que, fundidos, crearán la frecuencia Turquesa. El hexágono es la estructura básica del agua, es agua correctamente estructurada, sana, vaciada, puesto que la sangre es agua informada por las películas que incorporamos a lo largo de nuestra evolución terráquea que actualmente está peligrosamente desestructurada, es decir, incapacitada para co-relacionarse molecularmente con sus semejantes en paridad. Esto se refleja en el enfrentamiento de los humanos entre ellos, en el concepto de separación que proyectamos hacia los elementos y especies que calificamos de recursos y que explotamos, y en consecuencia enfermamos.

*ver el significado de los rayos o frecuencias de color en el apartado semántica del color

(Detalle del Dibujo II) La mezcla de estos tres colores resulta en un Turquesa o verde-azul y su significado sutil corresponde a la auto-expresión de la verdad de cada ser. Veremos esta frecuencia de luz aparecer en los dibujos posteriores como solución o estado evolutivo posterior a este momento de disolución de viejos patrones de relación. El Turquesa lleva a la co-participación a través del respeto de la auto-expresión ajena, la caída de las jerarquías patriarcales y la sumisión a ideales irrealizables. Es el portal hacia la conciencia de colectividad, hacia la creatividad. Situado a medio camino entre el chacra corazón y el de la garganta (la comunicación), este rayo estimula al timo y a aquellas glándulas que segregan información para la inmunidad, creando la posibilidad de una mutación que nos habilitará para cambiar de plano a voluntad.

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