Dibuja el olvido de quienes no hablan porque no tienen voz…
(Ánima mundi, comunicación, 2015)
Mi obra artística se articula en torno al fenómeno lumínico, y sigo enfocada en este fenómeno perceptivo (que en su aspecto físico penetra al anímico) aunque ahora viva un cambio de paradigma que me lleva a trabajar con la luz solar y expandir mis actividades al estudio de los cuerpos sutiles que conforman los seres y las cosas.
¿De dónde vengo y a dónde voy?
El propósito de mi práctica artística y literaria ha sido sanar los miedos que de antiguo asolan a la humanidad. La luz y la sombra son los extremos de un camino que conduce al ser a la dualidad. Nuestra mente nos atrapa en el juego de oponer la luz o la positividad frente a la irracionalidad creadora de oscuridad, ese espacio inconsciente donde convergen nuestras miserias, aquello que negamos y enjuiciamos como desechable o residual.
Cuando me propuse hacer visible el comportamiento de la luz recreando el hecho mágico de las tecnologías del pre-cine no calculé que me necesitaría generar la oscuridad -sin la cual la luz artificial no tiene visibilidad- lo que me llevó a estudiar el mundo de la sombra humana y a comprender la práctica artística como una vía de autoconocimiento.

Me llaman pionera por mi forma de entender el arte como una práctica multidisciplinar. Los residuos, los objetos cotidianos sin valor, la limpieza y los cuidados, la distorsión del Femenino en nuestra herencia materna, las relaciones de poder o las dependencias emocionales, fueron recreados en numerosas instalaciones, performances y fotografías a partir de los años 90.
En tiempos en que aún no se contemplaba la necesidad de reciclar, uno de mis principios ha sido el de nunca manipular la materia, sino reubicar en espacios preexistentes y ante los haces de luz, los objetos sin personalidad que pueblan nuestros hogares.
Elegí no esconder los artefactos tecnológicos que producen imagen gracias a la luz que, en la era del espectáculo y su futura virtualidad, dominan nuestro espacio mediático conformando un imaginario que falsamente pretende empoderar, artificios que se suelen esconder y que son la continuidad de la idea patriarcal del genio poseedor de una verdad.
Gracias a luz artificial desvelo el secreto orden del azar, la magia de la sincronicidad, las múltiples capas de una misma realidad, al rescate del animismo que fundamenta nuestra idea de la materia como sustentadora de los afectos básicos y extensión de nuestro poder personal.
Los asépticos muros de instituciones y galerías devienen escenarios habitados por sus actores, los visitantes, que se ven enfrentados a sus propios fantasmas y a la necesidad de confiar en su percepción, pues son ellos quienes moldean y eligen crear su propia narratividad.
Aún siendo una desconocida en mi país de orígen, durante más de dos décadas he sido su representante en numerosos certámenes internacionales, instalando mis dispositivos efímeros, espacios psicológicos que revisaban los arquetipos que programan el insconsciente colectivo. Así me preguntaba por el objetivo del arte y afirmaba que no hay objeto final sino un proceso, que la obra de arte es un espejo que lleva el marco que el espectador sostiene al mirar. Y que el azar, como dijo J.L.Borges, no existe, pues lo que llamamos azar es nuestra ignorancia de la compleja maquinaria de la causalidad.
En fin, la suma de experiencias de llevar a la materialidad el teatro imaginario, hijo de nuestra percepción dual e interferida por creencias y emociones no integradas, me llevó a investigar el lenguaje de las sincronicidades, la forma en espontáneamente se expresan nuestras verdades, el lenguaje que el universo o el más allá utiliza para que aprendamos a reconocer la existencia de los mundos sutiles. Los fundamentos de la psicología Jungina, la filosofía o la neurociencia, la astrofísica, la filosofía o la mística fueron objeto de estudio en paralelo a mi actividad artística y eclosionaron a partir de un profundo desconocimiento del motivo de nuestro viaje álmico. Desenvolverme en el contexto del arte contemporáneo fue la tabla de salvación que me permitió sobrellevar mi mediumnidad.
VER mi trayectoria artística en un Documental: www.rtve.es/alacarta/videos/metropolis/metropolis-eulalia-valldosera/521110/
¿Corresponsal de la matriz?
Mis manos son ahora antena y anclaje de un nuevo lenguaje capaz mediar entre los múltiples estratos de la realidad. Actualmente nacen las pautas de un nuevo cuerpo de trabajo que dirige mi práctica artística hacia una dimensión interlocutora de personas y espacios.
Mediante el dibujo y la palabra doy voz a entidades naturales, materiales e inmateriales, o a ciertos lugares cargados de memoria viva de esta o de otras líneas temporales. Practico el activismo místico estableciendo contextos de trabajo en comunidad junto a mi intensa labor de difusión que responde a la necesidad de regenerar el contexto de las artes.


Desde 2018 transmito técnicas energéticas (herederas de mi iniciación en la tradición místico.mágica andina) formando círculos creativos de #dibujo-y-energía. Realizo #activaciones (meditaciones activas) y ofrezco canalizaciones (personales y grupales) para habilitar el arte de canalizar y sanar de los participantes. Son sesiones guiadas en las cuales doy forma a #códigos visuales dibujados y al #lenguaje-de-luz.
Dediqué tiempo a ofrecer sanaciones personales a distancia o en presencia (cirugía astral) y formé parte de un círculo de sanación esenia. Conecto con el campo mórfico de los seres vegetales y animales, pero el servicio que más amo son los #retratos-del-alma, en los que puedo integrar todas mis artes anteriormente mencionadas para acceder al mayor potencial de una persona.
En mi rol de mediadora y facilitadora de nuevos códigos deseo contribuir a la gestación de mejores futuribles, por lo que voy al rescate de prácticas y saberes desaparecidos, de artistas mediúmnicas, sibilas o profetisas, magos y brujas. Llevo a cabo actuaciones públicas en espacios oficiales y realizo acciones invisibles en puntos geográficos hacia los que me siento llamada.
Estos viajes, unos realizados y otros soñados, nacen con la intención de nutrir nuestro sentido de pertenencia e inter-dependencia, deseando contribuir al re-equilibrio de la polaridad femenina del ser, ya que su pérdida nos lleva a grandes retos a escala individual y planetaria.

Las Sibilas y la conciencia del agua
Mi primer video-mensaje canalizado, Plastic Mantra (2016), describe la apertura de los registros akháshicos de Cumae, sede de la mayor escuela de pitonisas mediterráneas heredera de Delfos (Antigua Grecia), y explica que la toxicidad presente en el medio natural se corresponde y depende de la toxicidad psíquica humana reinante, causada por los abusos al poder personal y sagrado que dispone todo ser, ambas toxicidades están unidas. La famosa Sibila Cumana me describió cómo llevaban a cabo su entrenamiento, sus sanaciones, sus cantos.
Mi conexión con las aguas planetarias nació en las costas sorrentinas, y durante un período y a través de las RSS hice un llamado a las acciones de reciprocidad de las aguas locales de los municipios catalanes.
Mi viaje creativo a las raíces de la imagen y la palabra me lleva al estudio de sus cualidades vibratorias y su repercusión en la salud, a una nueva comprensión del poder del color, la línea y la geometría.
Me muevo dentro de varias familias humanas creando puentes con otras áreas de conocimiento, encrucijadas que me dejan preñada de obras que, en cierto modo, se sienten huérfanas, pues difícilmente encajo en una etiqueta… ¿artista? ¿canalizadora? ¿sanadora? ¿escritora? ¿poeta? ¿chamana? ¿visionaria? ¿docente? ¿curadora? ¿actora? … tal vez curatriz, o curactriz… sí ¡corresponsal de la matriz!